martes, 28 de octubre de 2008

De cómo conocí a Pelé

La cita fue en el Estadio Azteca a las 3pm. El encuentro, un clásico mexicano: el América del DF contra el Chivas de Guadalajara. Yo no tenía ni idea acerca de si era un partido amistoso, de torneo, una final, una eliminatoria, un repechaje o un picadito sabroso cualquiera. Pero accedí casí presionado por el grupo y por la mera curiosidad de conocer por dentro ese estadio tan grande. La experiencia fue más que interesante y gracias a este trabajo de campo he sacado las 5 reglas que toda persona con algo de amor propio debería seguir en una situación similar:

5 Reglas para ir a un clásico de futbol que no conoces:


1. "Debes preguntar de que colores NO debes ir"

Efectivamente y como parece que ibamos a hacerle barra al Chivas (por la rivalidad del América con los Pumas de la UNAM, dijo alguno, yo simplemente lo decidí desde que metieron el primer gol), entonces la instrucción fue no ir NI de rojo, NI de amarillo. Muy juiciosamente hice caso y me fui de camiseta a rayas azules y blancas.


2. "No intentes impresionar a las barras locales"

No hablarle a nadie,sobre todo cuando va perdiendo su equipo, van por la quinta cerveza o tienen cara de hinchas-hiperviolentos. Las hinchas, por más lindas que sean, no se impresionarán por escucharte cantar las porras con impetu, el acento te delatará. Luego de entender rapidamente que ahí no se había ido a hacer amigos o a levantar chicas, decidí quedarme quieto en la grada más alta del estadio desde donde la cancha se veía muy pequeña.


3. "No trates de comer la cómida típica del estadio"

Frente a la comida mexicana tengo muy poca voluntad. Desde abajo se acercó un tipo con una bandeja con vasos desechables con algo que, lo siento, no recuerdo el nombre. Pero lucían como una especie de chicharron (gordos de cerdo) en un agua con limón, sal y chile piquin (el tercer componente obligado de las frutas mexicanas, un chile en polvo). Yo, fan número 1 del cerdo en todas sus variantes, me sentí obligado a probar tan exotico manjar. 25 pesos después tuve entre mis manos el vaso, con una adición extra de limón y un palillo. Pues bien, mi merienda sabía exactamente a lo que lucía: un cuero crudo de cerdo con limón y chile. Que vaina más maluca, que sabor tan insípido, que textura tan fea, era muy duro y además picaba mucho.

4. "No llegues una hora después de la hora acordada"

Tal cual, alguien no conocía bien esta regla y muy perdido tuvo que buscarnos hasta el final del primer tiempo. Con un gol que no vió y habiendose perdido el evento magnánimo que da título a la presente entrada.


5. "No vayas al baño a menos que estés entrando o estés saliendo"

Además de las obvias dificultades para volver a ubicarte dada la romería de fanáticos, puedes perderte de lo mejor de la tarde, quizás de lo mejor del día, o quizás de lo mejor de TU vida. Fue gracias a mi apego a esta sabia quinta regla que pude disfrutar de un momento que para muchos será envidiable y para otros una tontería más:

Todo pasó muy de repente. Estabamos sentados mirando para todos los lados (recuerden hay alguien perdido) cuando de la nada aparece un grupo de gente en la cancha. Entre ellos gente muy encorbatada con caras de no jugar muy bien al futbol (con acento en la O como en Mexico).
A nadie le importó mucho quienes eran los fulanos hasta que se hizo un silencio sepulcral (nah, exagero pero me gusta el drama) y en pantalla gigante tecnicolor, con una cabeza de muuuchos metros, apareció ante nuestros ojos desprevenidos,
el Rey,
el ídolo de masas,
aquel que puede mirar a los ojos a Maradonna,
Pelé.

En medio de la algarabía que esto produjo nadie entendio por qué estaba ahí abajo, dio un pequeñisimo discurso en portugués, que para mi fue como si lo hubiera dado en chino y se fue.

Lo mejor, sin duda alguna, fue que pude tomarme una foto con él:


Por cierto, el partido quedó 2-1 ganando el Chivas.

2 comentarios:

JC dijo...

Pero que tipo tan poco fotogénico ese Pelé!

FlyT dijo...

Sip, quedó realmente opacado.

 

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