viernes, 24 de octubre de 2008

Vainas chilangas y sobre los ídolos

Al fin me decidí a abrir el blog. Hace mucho quería hacerlo pero no había tenido el impulso. ¿Qué encontrarán aquí? Cualquier tipo de reflexión, historia bizarra o algo que considere que debe ser mencionado y que a ustedes, mis queridos lectores (si es que son más de dos), pueda interesar, entretener o al menos desaburrir en aquellas largas mañanas, tardes o noches navegando sin rumbo.

Creo que toca, por fuerza, gastar un parrafo explicando el nombre. Vainas: en colombiano es sinónimo de "cosas", "cuestiones", "asuntos". Chilangas: su significado varía de quien lo defina. Si es alguien de la provincia (fuera del DF) te responderá que lo chilango es lo propio del DF; si es alguien del DF te responderá que lo Chilango es lo propio de aquellos de provincia que no son del DF pero que ahora si están ahí. Sea lo que sea, lo chilango es lo propio del Defeño. Espero no entrar en alguna discusión semántica sobre esta palabra así que gracias a los mexicanos por abstenerse de opinar al respecto.

Entrando en materia, comenzaré con algo que me sucedio esta tarde. Estaba entrando a Plaza Cuicuilco (un centro comercial que queda al lado de unas pequeñas ruinas de la cultura cuicuilca, una muuuy antigua), cuando me encuentro con una firma de autógrafos de The Rasmus. Una tarima en un extremo y una fila interminable de unos dos centenares de adolescentes mexicanos, entre emos y nu metaleros (cómo le dicen aquí, ¿metálicos?, algún mexicano que aclare esto por favor...), que se notaba, por sus caras de hambre y grandes maletas, llevaban horas y horas. Sólo se escuchaban los gritos y alabanzas a los cuatro gringos, güeros, sentados en una tarima firmando, abrazando y recibiendo regalos (muy nacos por cierto).

Bueno, todo esto va a que realmente me sentí un poco viejo. ¿Por qué? Sencillo ya no sería capaz de hacer o sentir eso por nadie, ¡nunca! Y creo que ninguno de los que está leyendo esto. ¿Así que qué pasó? Todos sentimos alguna vez cierta idolatría por figuras de carne y hueso, grupos musicales, escritores, lo que sea. Hay que decir que el proceso de desencantamiento es bien complicado pero a la vez saludable, sientes que te quedas más sólo, pero eres más fuerte.

La última vez que sentí esto fue hace un par de días, estaba viendo "Days of Being Wild" una película de mi director favorito, Wong Kar-Wai (2046, In the Mood for Love), y sentí que era otra cosa más de lo mismo. No sentí la potencia narrativa de otras películas, ya no me sorprendió escuchar los boleros, incluso canciones que había escuchado en otras películas puestas en momentos precisos en esta sonaban casi gratuitamente. Me encanto la película, porque la formula de Kar-Wai me gusta muchísimo, pero supuso cambiar mi concepto acerca del trabajo creativo que ella implicó. Digamos que desmitifiqué a alguien que tenía realmente mitificado.

¿Recuerdan cuál fue su último ídolo abandonado? No tienen que contestar la pregunta en los comentarios (aunque si alguien se anima sería buenísimo), pero creo que es interesante recordarlos, sentir un poco de nostalgia por algo que estaba ahí pero se ha ido. ¿Será posible vivir sin ningún tipo de ídolo?



PD: Se recomienda encarecidamente el músical "Mamma Mia!". ¡Muuuy entretenida!

3 comentarios:

Unknown dijo...

El cuento de "The Rasmus" se me hace conocido, pero eran amigos muy jóvenes esperando a "Mago de Oz" (no recuerdo si estabas entre ellos).

La vez que yo bajé del pedestal a alguien fue a la banda "Ethereal", de Bogotá, porque sus 2 primeros trabajos tenían mi imaginación danzando hipnotizada,pero el cámbio (que aún no me explico) que dieron fue un choque bastante duro.

Insomne dijo...

Creo que no he tenido ídolos así desde que Oscar Córdoba (el arquero) me dio un autógrafo de mala gana y engrasado de pescado en la sevichería Guapi que queda por la luna.

Pero un desencanto así me pasó con un libro que había idealizado, lo leí en mi infancia y en mi memoria era el mejor libro de ciencia ficción escrito en la historia (Un mundo Feliz - Aldous Huxley) y hace poco volví a leer lleno de espectativa y me encontré con una historia plana, casi aburrida...

Unknown dijo...

mmmm jose dio en el clavo..y desmintió a nuestro querido autor de paso...aclaro: fueron 2 horas bajo la lluvia caleña esperando que salieran los mechudos sucios de mago de oz para pedirles un autografo..hay fotos, no es cuento, entre los ñoños se encuentran david, melissa y otra gente de la que no me acuerdo

 

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